Más de una vez, recorriendo la huerta, en el jardín, patio o balcón, nos encontramos con alguno de estos síntomas o estas presencias en nuestras plantas y nos preguntamos ¿qué será esto?
Antes de atacar el problema, aprendamos a distinguir plagas de enfermedades.
Plagas son todos los animales fitófagos que se desarrollan en forma desproporcionada y cuyo ataque disminuye el rendimiento de plantas y cultivos, reduce el valor o calidad de la cosecha e incrementa los costos de producción.
En un sentido más general, es plaga a cualquier especie animal perjudicial para el hombre, su propiedad o el medioambiente.
Hay plagas de interés médico (zancudos, chirimachas, vinchucas, mosquitos y demás parásitos y vectores de enfermedades humanas); plagas de interés veterinario (piojos, moscas, garrapatas); plagas domésticas (cucarachas, moscas, chinches, polillas); plagas de los productos almacenados (ácaros, bruchos, cucarachas) y plagas agrícolas (orugas, chinches, gusanos, pulgones, vaquitas, babosas, hormigas).
Las enfermedades de los vegetales, en cambio, son causadas por la acción continuada de un agente causal patógeno (bacterias, hongos, virus) o fisiológico (herbicidas, heladas, estrés hídrico), que dañan a una planta o sus partes, manifestando síntomas y reduciendo el valor económico de las cosechas.
Las plagas y las enfermedades conforman junto con las malezas el grupo de pestes agrícolas.
Ahora, preguntémonos ¿por qué aparecen?
Los problemas fitosanitarios aparecen cuando nuestras plantas se debilitan por diferentes razones tales como:
Y ¿qué podemos hacer cuando aparecen?
Frente a un problema de pestes agrícolas podemos controlar o prevenir.
Para prevenir la aparición de las plagas y enfermedades se pueden hacer muchas cosas, citemos algunas de las medidas a tomar:
En caso de considerar necesario aplicar una medida de control, evaluar las causas y la magnitud del daño: qué lo ha causado y la pérdida económica que representa para saber si se justifica controlar.
La herramienta ideal para ello es un monitoreo previo para reconocer las especies presentes y diferenciar los insectos dañinos de los enemigos naturales o si las enfermedades son producidas por patógenos o por causas fisiológicas.
Si finalmente se decide recurrir a una medida de control preferir la vía no química como por ejemplo el uso de purines caseros no tóxicos.
Con conocimimento, creatividad y amor por la naturaleza lograremos mantener a raya el problema.
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Laura y Guillermo:
Muchas gracias por dejarnos sus comentarios y sus nuevos aportes al tema.
¡Compartiendo, aprendemos todos!
Olga
INTERESANTISIMO Y MUY UTIL PARA NUESTROS HUERTOS Y JARDINES, QUE BUENO PODER SEGUIR HACIENDO ESTOS APORTES:
PARA GRANOS ALMACENADOS FRIJOL Y MAIZ APLICAR 1 CUCHARADITA DE ACEITE VEGETAL POR KILOGRAMO DE SEMILLA MEZCLAR BIEN, EVITA ATAQUE DE GORGOJOS. LO MISMO CON LA CENIZA DE LEÑA(FOGON CASERO).
PARA EVITAR LAS BABOSAS O CARACOLES. TRAPOS HUMEDECIDOS CON AGUA SAL (POR LA HUMEDAD Y OSCURIDAD SE ESCONDEN DEBAJO Y MUEREN). APLICAR EN LOS BORDES O ENTRE SURCOS,BORRA DE CAFE O ASERRIN HUMEDO CON SAL …….
EL BIOLOGOSERENO
Muy interesante la informacion