Autores: Ing. Roberto Paulo Marano e Ing. Agr. Germán Federico Camussi. Comisión de Educación del Colegio de Ingenieros Agrónomos – 1º Circunscripción en la provincia de Santa Fe, Argentina, especialmente para CIASFE1 Capacitación Online
En la Provincia de Santa Fe, y en gran parte de la región pampeana argentina, desde la década de los `70, ocurren precipitaciones cada vez más intensas con duración de varios días, en diferentes épocas del año y sobre una extensa región (desde 2014 a 2016 hubo 8 eventos extremos). Estos eventos generan el anegamiento generalizado de campos productivos, con pérdidas económicas significativas en la producción agrícola, lechería, ganadería bovina y otras economías regionales.
Entonces, si estos eventos extremos ya ocurrieron varias veces en las últimas décadas, ¿Por qué no se atenuaron las pérdidas económicas? ¿Existe conciencia del riesgo? ¿Qué obras hidráulicas se necesitan? ¿El manejo y gestión predial y regional del agua es el adecuado? ¿Es solo un problema financiero? ¿Qué otras acciones o medidas deben llevarse a cabo?
Cada uno de estos interrogantes puede ser respondido total o parcialmente, dependiendo del enfoque, conocimiento o experiencia de cada uno de los sectores afectados o involucrados en esta problemática (actores sociales).
Uno de los interrogantes tiene que ver con el riesgo. Éste se presenta cuando confluye, en un mismo territorio, una amenaza (por ejemplo lluvias extremas) con una situación vulnerable. Existen factores naturales y también antrópicos que determinan la vulnerabilidad de un territorio, por ejemplo el relieve. En gran parte de Santa Fe el relieve representa una extensa llanura con cuencas hidrográficas que fluyen hacia el río Paraná. También tienen escurrimiento hacia este Río provincias vecinas ubicadas aguas arriba (Córdoba, Chaco, Santiago del Estero). En esta llanura abundan pequeñas hoyas de deflación de origen eólico, con orientación general suroeste-noreste, que en períodos de excesos hídricos se interconectan a través de cañadones poco profundos (en general no superan 1 m). En consecuencia, desde el punto de vista hidrológico, al no existir una red de drenaje organizada y jerarquizada, predomina la componente vertical (almacenamiento superficial y subterráneo, evapotranspiración) en relación a la horizontal (escorrentía superficial).
Entre los factores antrópicos, se destacan dos como de mayor impacto. Por un lado el uso del suelo y por otro la infraestructura hidráulica, es decir el conjunto de obras realizadas para conducir y/o aprovechar el recurso hídrico. Dado su escaso relieve es difícil delimitar una cuenca hidrográfica, ya que los aportes en gran parte son indefinidos. De este modo, cualquier obra de infraestructura (terraplenes, canales, puentes, alcantarillas, caminos rurales, rutas, vías de ferrocarril) altera el normal escurrimiento de las aguas. Por ende, todas las obras realizadas por el hombre tienen consecuencias que en general no fueron suficientemente evaluadas.
El uso del suelo también fue cambiando en las últimas décadas, en coincidencia con la aparición del cultivo de soja y el aumento de las precipitaciones en los límites de la Zona Núcleo argentina. En la campaña 1971-1972, a nivel nacional, sólo había 80.000 ha cultivadas con esta oleaginosa. A partir de 1990, se intensificó aún más la actividad y la superficie sembrada pasó de 5.000.000 ha en 1991 a 19.000.000 ha en 2014. La siembra directa también fue determinante para cultivar en suelos con menor capacidad de uso, reemplazando pasturas y pastizales antes dedicados a la actividad ganadera. La soja es responsable de los anegamientos generalizados de este último año? Sin dudas que no. Reemplazando soja por otro cultivo estival, maíz o sorgo, también se hubiesen anegado millones de hectáreas.
Lo importante es entender que esta problemática se debe abordar de una manera integral. El uso del suelo según su capacidad, rotaciones que incluyan diversos cultivos e incluso forestación, almacenamiento de los excedentes hídricos “in situ” o sea en el lugar donde se generan (comenzando desde aguas arriba de la cuenca hidrográfica), drenaje subterráneo, conducción del agua en función del relieve, caminos rurales con cunetas y alcantarillas bien diseñadas, red de información agro-hidrológica a tiempo real, planes de contingencia para áreas rurales son algunas de las acciones a considerar.
Es decir, la combinación de buenas prácticas de manejo del agua a nivel predial, aspecto que abordará este Curso, con criterios de gestión integrada a nivel de cuenca hidrográfica permitirá reducir los excedentes hídricos desde aguas arriba hacia aguas abajo, con metas de productividad previsibles y logrando lo que habitualmente se considera una producción agropecuaria sustentable.
Para más información, participe en la próxima edición del curso a distancia CIASFE1 sobre Técnicas Integradas de Manejo de Agua Predial para Sistemas Agrícolas y Ganaderos: https://www.agroconsultoraplus.com/curso-tecnicas-manejo-agua/