De todos los dolores de espalda, el de la zona lumbar o del nervio ciático es el más común puesto que se produce en una región del cuerpo sometida a sobrecarga y que, además, está sobre exigida por nuestra condición bípeda.
Si bien el malestar se puede sentir en cualquier parte del recorrido del nervio ciático, lo común es que el dolor se irradie desde la parte inferior de la espalda por una de las caderas y el glúteo hacia alguna de las piernas.
El dolor puede ser leve, una sensación de ardor o un dolor insoportable. A veces puede sentirse como una sacudida o una descarga eléctrica. Estos síntomas pueden agudizarse al toser o estornudar y agravarse si la persona afectada permanece sentada durante períodos prolongados. En algunos casos puede manifestarse entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular en la pierna afectada.
En la mayoría de los casos, esta dolencia se resuelve con tratamientos no quirúrgicos.
La siguiente imagen interactiva muestra las características del dolor del ciático, los factores de riesgo y algunas formas de prevenirlo:
En la mayoría de los casos, esta dolencia se resuelve con tratamientos no quirúrgicos.
El Hypericum perforatum es una hierba perenne originaria de Europa que se ha naturalizado en América y Australia.
En Argentina, crece silvestre en la zona lacustre de Nahuel Huapi (provincias de Neuquén y Río Negro) formando manchones próximos a los lagos.
También conocida como Hierba de San Juan, hipericón o corazoncillo, el Hipérico es una planta de 30 a 80 cm. de altura, erecta, glabra, rizomatosa. Los tallos son leñosos en la base; las hojas son de color verde oscuro, sésiles, opuestas, enteras, oblongo-elípticas, con numerosas puntuaciones glandulares translúcidas.
El término perforatum alude a las pequeñas perforaciones –bolsas donde se encuentra la esencia- que se ven al trasluz en cada una de las hojas de esta planta. Al aplastarlas entre los dedos, queda una mancha en la piel por su savia de color anaranjado.
Sus flores de color amarillo dorado presentan pequeñas motas negras en sus bordes; son hermafroditas, dispuestas en cimas dicotómicas. El fruto es una cápsula ovoide.
Muy conocida como antidepresivo natural, esta planta es también excelente para tratamientos regeneradores de la piel en casos de quemaduras, llagas, heridas, contusiones, acné, eccemas y psoriasis. Calma el dolor y activa la circulación sanguínea, lo que lo hace útil en hemorroides y tiene efecto antiviral en uso tópico para el herpes labial.
Pero además de todas estas aplicaciones también es muy eficaz en el tratamiento del dolor del ciático.
Para usarlo con este fin es necesario obtener el oleomacerado. Para ello, se recolectan los ápices florales en luna creciente, se orean durante algunas unas horas y luego se colocan en frascos de vidrio de color con aceite vegetal.
Así, se deja macerar durante 40 días al sol (ya que la hipericina se libera gracias a la luz solar) y 40 noches al sereno. De esta forma, las plantas sueltan sus sustancias activas gracias a la dilatación y contracción que se produce por el cambio de temperatura.
Pasado el tiempo, el aceite adquiere las propiedades del Hipérico y un increíble color rojo intenso. Luego, se procede a filtrar y a envasar en frascos de cristal oscuro.
Los envases se deben identificar, aclarando fecha de envasado, y guardar en lugar fresco y oscuro. Así, se mantienen durante 1 año. Para preservarlos de la oxidación, se les puede agregar unas gotas de vitamina E.
Para tratar el dolor del ciático se usan unas gotas en una terapia de masaje que alivia el dolor, ayudando a que la sangre fluya y contribuyendo al movimiento de la parte baja de la espalda.
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Gracias,me encanto lo pondre en practica en seguida.
Muy interesante.